Actualización de
las definiciones de bruxismo: Informe de una reunión de consenso internacional
Merel C. Verhoeff et. al.
Journal of Oral Rehabilitation, 2025; 0:1–8
El bruxismo recibe cada vez más
atención tanto de profesionales clínicos como de investigadores [1, 2]. A lo
largo de los años, un grupo internacional de expertos en bruxismo elaboró una serie de documentos de
consenso [3–5], que culminaron en la publicación de la Herramienta Estandarizada para la Evaluación del Bruxismo (STAB) [6] y el BruxScreen [7], junto con una guía de 12 pasos para la traducción y
adaptación cultural de dichas herramientas [8]. El
camino hacia estas publicaciones comenzó en 2013,
cuando se publicó una definición de consenso internacional del bruxismo, junto
con una propuesta de un sistema de clasificación para determinar la
probabilidad de que un enfoque de evaluación particular produzca un resultado
válido [9]. Entre otras cosas, basándose en varios comentarios críticos
[10–12], en 2018 se formuló la definición de bruxismo no especificado para el
bruxismo del sueño y el bruxismo de vigilia por separado. Se aclararon
cuestiones no abordadas en el documento de 2013 y se modificó el sistema de
clasificación para adaptarlo al nivel de conocimiento y perspectivas de ese
momento [13].
Sin embargo, en los últimos años,
se ha puesto de manifiesto que algunos aspectos de las definiciones propuestas
plantean interrogantes y generan confusión entre profesionales clínicos,
investigadores, educadores y pacientes [14–19]. Algunas de las preocupaciones
expresadas ya se abordaron en una nota explicativa [20]. No obstante, se
consideró necesario un enfoque más integral. Por lo tanto, el 11 de marzo de
2024, durante la 102.ª Sesión General y Exposición de la Asociación
Internacional de Investigación Dental, Oral y Craneofacial (IADR) en Nueva
Orleans (LA), se celebró un taller cerrado de un día completo, organizado solo
por invitación y promovido por dos de los autores (MCV, FL), con un panel de
expertos en bruxismo (Tabla 1). De estos expertos, aproximadamente la mitad
también contribuyeron a los proyectos de consenso internacional en 2013 y/o
2018 [1, 2]. Durante el taller de 2024, se mantuvieron debates que derivaron,
entre otros, en los tres objetivos de este informe: (1) proporcionar un glosario
de las definiciones existentes, (2) abordar las preguntas frecuentes sobre las
definiciones y (3) sugerir una hoja de ruta para los próximos pasos hacia una
mejor comprensión del bruxismo. Como se mencionó en la introducción, es
importante abordar la confusión que surgió tras la publicación de la definición
de bruxismo no especificado (a saber, «El bruxismo es una actividad muscular
repetitiva de la mandíbula que se caracteriza por apretar o rechinar los
dientes y/o por contraer o empujar la mandíbula. El bruxismo tiene dos
manifestaciones circadianas distintas: puede ocurrir durante el sueño (indicado
como bruxismo del sueño) o durante la vigilia (indicado como bruxismo de la
vigilia)») [9] y las definiciones específicas y más detalladas, formuladas
posteriormente, de bruxismo del sueño (a saber, «El bruxismo del sueño es una
actividad muscular masticatoria durante el sueño que se caracteriza por ser
rítmica (fásica) o no rítmica (tónica) y no es un trastorno del movimiento ni
un trastorno del sueño en individuos por lo demás sanos») [13] y bruxismo de la
vigilia (a saber, El bruxismo en vigilia es una actividad muscular masticatoria
durante la vigilia que se caracteriza por un contacto dental repetitivo o
sostenido y/o por la contención o empuje de la mandíbula, y no constituye un
trastorno del movimiento en personas por lo demás sanas [13]. Estas
definiciones se incluyen en la Tabla 2, que sirve como glosario para explicar
los términos que constituyen las tres definiciones de bruxismo propuestas
actualmente.
Como se desprende de la Tabla 2,
hemos podido explicar la mayoría de los términos que constituyen las
definiciones. Sin embargo, algunos términos requieren mayor explicación y, por
lo tanto, se analizan a continuación como parte del segundo objetivo.
3 | Objetivo 2: Preguntas
frecuentes y puntos importantes de debate entre expertos
Los autores de este informe se
enfrentaron a menudo a la confusión que experimentaban sus colegas (clínicos,
investigadores y educadores) con respecto a las definiciones de bruxismo (véase
la Sección 1). Por lo tanto, se recopilaron, cotejaron y formularon en forma de
preguntas todas las cuestiones que generaron confusión. A continuación, estas
preguntas se explican de la forma más clara posible en formato de preguntas y
respuestas. Los autores esperan que, con este análisis, se haya resuelto la
confusión en la medida de lo posible. En la Tabla 3, se ofrece un resumen de
las preguntas y se resumen las respuestas sugeridas. En la sección siguiente,
las respuestas se explican de forma más completa, para que también se puedan
comprender los antecedentes de las respuestas resumidas en la Tabla 3.
3.1 | Pregunta y respuesta 1:
¿Qué significa la adenda «en personas por lo demás sanas»?
La Organización Mundial de la
Salud define la salud como «un estado de completo bienestar físico, mental y
social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades» [22]. Teniendo
en cuenta esta definición, al evaluar el bruxismo en personas sanas en ese
momento específico, nos referimos a ellas como «personas por lo demás sanas».
Sin embargo, al describir el
bruxismo en personas con trastornos, es decir, personas con problemas de salud,
algunos interpretan la adenda «en personas por lo demás sanas» como que las
personas con trastornos quedan excluidas de la definición actual de bruxismo,
mientras que otros afirman que la adenda solo se refiere a la ausencia de un
trastorno del movimiento o del sueño. Esto último implica que solo en personas
con un trastorno del movimiento o del sueño, las definiciones de bruxismo
durante el sueño y la vigilia podrían no ser aplicables, independientemente de
su estado de salud. Para evitar malentendidos con respecto a este apéndice,
hemos decidido eliminar la expresión «en personas por lo demás sanas» de las
definiciones específicas propuestas actualmente de bruxismo durante el sueño y
la vigilia [2]. Por lo tanto, estas definiciones se formulan ahora de la
siguiente manera:
• El bruxismo durante el sueño es
una actividad muscular masticatoria durante el sueño que se caracteriza por ser
rítmica (fásica) o arítmica (tónica) y no constituye un trastorno del
movimiento ni un trastorno del sueño.
• El bruxismo durante la vigilia
es una actividad muscular masticatoria durante la vigilia que se caracteriza
por el contacto dental repetitivo o sostenido y/o por la contracción o empuje
de la mandíbula y no constituye un trastorno del movimiento.
3.2 | Pregunta y respuesta 2: ¿Es
el bruxismo una conducta o un trastorno?
Como se afirmó recientemente en
un comentario, «… el bruxismo no es el trastorno, ni en individuos sanos ni en
aquellos que no lo son» [20]. Más bien, el bruxismo se considera una conducta
motora [10] que puede asociarse con ciertos trastornos de una de estas tres
maneras hipotéticas: (1) bruxismo del que aún se desconoce si está realmente
asociado con un trastorno determinado o si ambos se presentan simultáneamente
(es decir, bruxismo primario); (2) bruxismo que se ha demostrado que está
asociado con un trastorno, tratamiento o estilo de vida determinado (es decir,
bruxismo secundario); y (3) bruxismo que forma parte de los signos de un
trastorno determinado, es decir, que provoca actividad muscular mandibular. En
este último caso, surge la pregunta de si aún puede llamarse bruxismo [23]. 3.3
Pregunta y respuesta 3: ¿Es el bruxismo una
comorbilidad o un factor de riesgo?
Como se explicó anteriormente, el
bruxismo no es un trastorno y, por lo tanto, no puede considerarse una
comorbilidad (es decir, una afección que existe simultáneamente y, por lo
general, de forma independiente, con otra afección médica) [24].
Sin embargo, el bruxismo puede
asociarse con otras afecciones. Según el consenso publicado en 2018, se puede
considerar que el bruxismo tiene una de tres posibles asociaciones con un
resultado de salud específico: (1) un factor de riesgo cuando el bruxismo se
asocia con uno o más resultados negativos para la salud, (2) un factor
protector cuando el bruxismo se asocia con uno o más resultados positivos para
la salud, y (3) un factor neutral cuando el bruxismo no es ni un factor de
riesgo ni un factor protector [13]. La forma más frecuente de bruxismo se
describe como un factor de riesgo que puede conducir a afecciones como el dolor
relacionado con el trastorno temporomandibular o el desgaste mecánico de los
dientes [10].
Cabe destacar que el bruxismo
también puede actuar como un factor protector; el ejemplo más frecuente es en
personas con apnea obstructiva del sueño, donde la actividad puede contribuir a
mantener la permeabilidad de la vía aérea superior, previniendo así el colapso
[25, 26]. Además, puede ayudar a aumentar la salivación en caso de reflujo
gastroesofágico e incluso puede tener un efecto positivo en la función
cognitiva [25, 27, 28]. Por último, el bruxismo puede ser un factor neutral
[13].
En conclusión, se considera que
el bruxismo tiene una de tres relaciones asociadas con resultados de salud
específicos (es decir, riesgo, protección o neutralidad) y no como una
comorbilidad. Dependiendo del resultado de salud en cuestión, su asociación puede
variar.
3.4 | Pregunta y respuesta 4:
¿Diagnosticamos o evaluamos el bruxismo?
Dado que el bruxismo no es un
trastorno, no lo diagnosticamos como tal [10]. En su lugar, evaluamos la
conducta motora y determinamos si se asocia con consecuencias positivas o
negativas. Los profesionales clínicos pueden recomendar el manejo de las consecuencias
negativas, si las hay, garantizando así que los posibles efectos positivos no
se vean comprometidos por las opciones de manejo propuestas [2]. Además, si el
bruxismo es un signo de un trastorno, el tratamiento de dicho trastorno puede
estar indicado por razones médicas (p. ej., en el caso de la apnea obstructiva
del sueño). En tales casos, los beneficios de tratar el trastorno subyacente
generalmente superan el riesgo de comprometer cualquier posible efecto positivo
del bruxismo. Por lo tanto, debemos abordar la toma de decisiones clínicas
sobre el posible manejo o tratamiento de cada paciente de forma
individualizada. En el futuro, podría ser factible utilizar algoritmos basados en datos exhaustivos para
respaldar dichas recomendaciones individualizadas de manejo y tratamiento.
3.5 | P&R 5: ¿Cuándo
manejamos o tratamos el bruxismo?
Ver P&R 4: ¿Estamos
diagnosticando o evaluando el bruxismo? En resumen, cuando esté indicado y sea
posible, las consecuencias negativas del bruxismo pueden manejarse siempre que
esto no comprometa ningún posible efecto positivo en la conducta motora. Si el
bruxismo es un signo de un trastorno, el tratamiento del trastorno subyacente
puede estar indicado por razones médicas.
3.6 | Pregunta y respuesta 6: ¿Es
el bruxismo una actividad estable del músculo mandibular?
El bruxismo se caracteriza por
fluctuaciones a lo largo del tiempo, que pueden ser considerables en pacientes
con bruxismo del sueño confirmado mediante polisomnografía [29–33]. Por otro
lado, el bruxismo del sueño autodeclarado parece ser un rasgo bastante
persistente durante un período de 20 años en gemelos del mismo sexo [34]. El
bruxismo autodeclarado en vigilia, registrado con una aplicación para teléfonos
inteligentes, también resultó ser bastante constante durante un período de
seguimiento de 6 meses [35].
En conclusión, si bien se han
reportado fluctuaciones considerables en el bruxismo del sueño a lo largo del
tiempo, especialmente cuando se evalúa con dispositivos, el rasgo de ser un
bruxista autodeclarado (durante el sueño o en vigilia) parece ser bastante
constante durante períodos más largos.
3.7 | P&R 7: ¿Existe
evidencia de la ortesis y la protrusión mandibular?
El bruxismo se asocia comúnmente
con apretar y rechinar los dientes, pero su definición también incluye otras
dos características: la ortesis y la protrusión. Aunque se ha investigado poco
sobre estos dos fenotipos en cuanto al alcance de su impacto negativo, positivo
o neutro, algunos estudios indican que la ortesis [36] y la protrusión [37] son
comportamientos
frecuentes y pueden provocar un aumento de la fatiga muscular y el dolor.
3.8 | P&R 8: ¿Cómo proceder
al citar los documentos de definición?
A menudo existe confusión sobre
cuándo citar un documento de definición en particular [9, 13]. Por lo tanto,
recomendamos citar el informe actual, que abarca todas las definiciones y
proporciona explicaciones completas y actualizadas de todos los términos que lo
componen. Lo más importante es que, según nuestro consenso actual, se ha
eliminado la adenda "en personas por lo demás sanas" de las
definiciones específicas de bruxismo durante el sueño y la vigilia. De esta
forma, los nuevos lectores tendrán a su disposición toda la información
necesaria, incluyendo respuestas a todas las preguntas frecuentes. Al hablar de
bruxismo en general, se puede utilizar la definición no especificada, y al
referirse a manifestaciones específicas, como el bruxismo durante el sueño o la
vigilia, se recomienda utilizar las respectivas definiciones de bruxismo sin la
adenda "en personas por lo demás sanas" (Tabla 2).
3.9 | P&R 9: ¿Cuál es el
valor del sistema de clasificación?
El sistema de clasificación
propuesto anteriormente (es decir, bruxismo posible, probable y definitivo) nos
ha ayudado a profundizar nuestra comprensión del bruxismo [9, 13]. El objetivo
de esta clasificación era concienciar sobre el hecho de que, por ejemplo, los
autoinformes de bruxismo que realmente representan la actividad muscular
mandibular solo se clasificarían como "posible" debido a los falsos
positivos [38]. Sin embargo, durante la reunión de consenso de 2024, debatimos
la posible sugestión de dicha construcción jerárquica. Coincidimos en que esta
jerarquía no es precisa, ya que los autoinformes, la exploración clínica y las
herramientas basadas en dispositivos podrían evaluar diferentes aspectos del
bruxismo (véase P&R 10: ¿Cuándo deberíamos seleccionar uno u otro modo de
evaluación?). Por lo tanto, proponemos denominar las herramientas de evaluación
utilizadas según su naturaleza: herramientas basadas en el sujeto
(autoinforme), basadas en la clínica (examen clínico) y basadas en dispositivos
(p. ej., electromiografía, polisomnografía) [6]. En el caso de los artículos
publicados antes de la publicación del presente informe, los datos primarios
reportados pueden seguir utilizándose para revisiones sistemáticas y
metanálisis, ya que estos abarcan el mismo contenido que la presente propuesta.
3.10 | Pregunta y respuesta 10:
¿Cuándo debemos seleccionar un modo de evaluación u otro?
El autoinforme refleja las
experiencias y creencias del paciente y, siempre que este sea consciente de su
comportamiento, permite evaluar la evolución temporal percibida del bruxismo
[39]. Además, la exploración clínica no mide el bruxismo en sí, sino los signos
clínicos de la conducta motora que posiblemente estén presentes
independientemente de las creencias del paciente (p. ej., impresiones
linguales) y que también pueden ser históricos (p. ej., desgaste dental
mecánico) [39]. Finalmente, se utilizan herramientas basadas en dispositivos
para medir la actividad muscular mandibular, con el fin de comprender, por
ejemplo, los mecanismos fisiopatológicos o las correlaciones fisiológicas de
dichas actividades [39, 40]. Por lo tanto, la selección de uno u otro modo de
evaluación depende de la necesidad clínica real o de la pregunta de
investigación específica.
4 | Objetivo 3: Próximos pasos
Con base en lo anterior,
esperamos haber resuelto gran parte de la confusión inherente a las
definiciones propuestas previamente. Sin embargo, también es evidente que
algunos aspectos aún no están completamente cristalizados. Por ello,
actualmente estamos planificando el siguiente paso hacia una mejor comprensión
del bruxismo. Por ejemplo, es necesario desarrollar estrategias de
implementación para promover la integración de las definiciones de bruxismo
propuestas actualmente en la educación, los entornos clínicos y los proyectos
de investigación [41]. Los estudios realizados en redes de investigación
práctica pueden ser adecuados para este fin [42, 43]. Además, aunque se han
logrado grandes avances en el campo de la evaluación del bruxismo [6, 7],
existen escasos estudios sobre las similitudes y diferencias entre el bruxismo
durante el sueño/vigilia y otras actividades motoras orofaciales. Para ello,
trabajaremos en una clasificación de las actividades motoras orofaciales
durante una próxima reunión de consenso. Dado que las reuniones de consenso
como la actual solo sirven como primeros pasos para obtener la validez aparente
y, por lo tanto, presentan limitaciones metodológicas, se consideran métodos
más sólidos, como los estudios Delphi, para los próximos pasos. Además, se
necesita más investigación sobre las asociaciones entre el bruxismo del sueño y
las afecciones relacionadas con el sueño, como la apnea obstructiva del sueño,
el síndrome de piernas inquietas, el movimiento periódico de las extremidades
durante el sueño, la enfermedad por reflujo gastroesofágico relacionada con el
sueño, el trastorno de conducta REM (RBD), la enfermedad de Parkinson y la
epilepsia relacionada con el sueño [21]. Finalmente, dado que la etiología del
bruxismo es compleja y las neuronas motoras que se originan en el sistema
nervioso central desempeñan un papel importante [44], se examinará en el futuro
si estos aspectos etiológicos pueden añadirse a la definición de forma
sostenible.
5 | Conclusión
En conclusión, el presente
informe de la reunión de consenso internacional de 2024 proporciona un glosario
de todos los términos que constituyen las definiciones de bruxismo no
especificado, del sueño y de vigilia que se han publicado previamente. Además,
se proporcionan respuestas a preguntas frecuentes sobre el bruxismo y sus
definiciones. Con esto, esperamos haber aclarado las anteriores, a veces
turbias, aguas sobre este tema. Finalmente, el informe analiza los posibles
pasos a seguir, por ejemplo, en el caso del bruxismo en personas con
enfermedades que presentan afecciones en las que el comportamiento bruxista se
ve directamente incrementado debido a la afección subyacente. Para asegurar
que, de ahora en adelante, todos usemos la misma terminología, recomendamos
utilizar la publicación actual al referirse a las definiciones de bruxismo en
entornos clínicos y de investigación.

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